Ubuntu

Ubuntu es una palabra de la lengua Zulú que significa algo como: Yo soy porque nosotros somos.

Es una palabra que desde que la conocí en el mundo de la Informática (Ubuntu), me ha fascinado y refleja claramente la filosofía de muchos pueblos africanos, una filosofía basada en la nobleza y en la solidaridad.

En mi primer viaje a Moçambique, octubre de 2009, pude comprobar durante una visita al pueblo de Xai Xai, que este concepto los niños lo llevan arraigado ya desde muy pequeños.

Ofrecí a un chaval, llamado Ronaldo, un paquete de caramelos. Sin darme tiempo siquiera a decir nada más, llamó a otros niños de la zona y se puso a repartirlos con todos, él se quedó sólo con los caramelos que realmente le tocaba en el reparto, aquella acción me dejó marcado para siempre. Me parecía increible y una verdadera lección para mí, que rodeados de una pobreza extrema, no conozcan el egoismo.

Posteriormente, durante mi tercer viaje en enero de 2012, una experiencia parecida se volvió a cruzar en mi camino.

Ronaldo.


 

Hace poco llegó a mi cuenta de Facebook, un texto que viene a corroborar que esas experiencias que viví en primera persona, no son casos aislados, sino que forman parte de la cultura y la educación de estos pueblos.

Dice así:

Un antropólogo que estudiaba los hábitos y costumbres de una tribu en África, siempre estaba rodeado de niños de la tribu y decidió hacer algo divertido entre ellos; consiguieron una buena cantidad de caramelos en la ciudad y los pusieron todos en una canasta decorada con cinta y otros adornos, luego dejaron la canasta debajo de un árbol.

Llamó a los niños y propuso un juego: que cuando él dijese "ahora", ellos deberían correr hasta aquel árbol y el primero que llegase a la canasta sería el ganador, tendría derecho a comerse todos los caramelos él solo.

Los niños fueron colocados en fila, esperando la señal acordada.

Cuando dijo "¡Ahora!" Inmediatamente todos los niños se tomaron de las manos y salieron corriendo hacia la canasta. Llegaron juntos, comenzaron a dividir los caramelos y sentados en el suelo, los comieron felices.

El antropólogo les preguntó la razón por la que habían ido todos juntos, si sólo uno pudo haber tenido toda la canasta.

Entonces, los niños respondieron:

UBUNTU!!! ¿Cómo uno de nosotros podría ser feliz si todos los demás están tristes?

 

Desconozco si este texto es verídico, pero si fuera símplemente un cuento con moraleja inventado por alguien, desde luego refleja una autentica realidad, ¡a ver si aprendemos!.


 

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