El viaje se focalizó en dos grandes áreas: seguir fomentando actividades culturales entre los niños del barrio de Matola-Río y crear las bases para la construcción de una guardería, en Djuba, barrio próximo a Matola Río.

Entre las actividades realizadas, además de alguna comida algo más nutritiva de la que comen habitualmente estos niños, se realizó una jornada de dibujo donde los niños se expresaron abiertamente y mostraron sus sueños, inquietudes y sentimientos. A todos los niños se les obsequió con material escolar.

Por otro lado llevamos desde España ropa de niño pequeño donada por amigos y familiares, a los que damos las gracias desde aquí.

Aunque el destino de esas ropas era otro, no pudimos pasar por alto a esta familia, que andaba por la cuneta de una carretera e hicimos un alto en nuestro camino para ofrecerles algunas de esas prendas.

Sólo ver las caras de esos padres y la timidez de ese niño, ya vale el enorme esfuerzo económico que suponen estos viajes.

Fue uno de los momentos más emocionantes de todo el viaje.

Igual de emocionante fue el calor de la gente, el cariño con el que te tratan y la alegría de esos niños.

De los cuatro viajes realizados, este ha sido sin duda el más emotivo, ya que he convivido con ellos y he dormido en el barrio. Esto ha supuesto una enorme cercanía mutua y comprender de cerca, el día a día de esta gente.

Visité algunas zonas en las que el agua corriente no existe, zonas en las que pretendemos actuar dotándoles de medios para potabilizar agua. Como ya se realizó en otras zonas durante el viaje de enero de 2012.

En la fotografía de la izquierda se puede ver a niños cogiendo agua y lavando algunas verduras en un hilito de agua que a saber de donde viene.

Pero como he dicho al principio, el tema central del viaje era la planificación del proyecto para la creación de un centro polivalente: guardería diurna y centro de estudio nocturno.

La idea surgió de la necesidad existente para numerosas familias de un lugar donde dejar a los pequeños, mientras padre y madre deben acudir a trabajar.

Estos niños, sin edad para ir aún a la escuela, necesitan de un lugar donde además de estar bien atendidos, se les pueda ir ya introduciendo el hábito de acudir a una escuela y llegar a ella un poco mejor preparados.

El hecho de que los padres tengan la suerte de trabajar, les situa en un escalón por encima de la media adquisitiva de la población de Mozambique, lo que implica el poder pagar algo para que sus hijos estén bien, seguros y fuera de la calle. Lo que estas familias puedan pagar por este servicio, servirá por otro lado para compensar gastos y generar puestos de trabajo para personas que hoy carecen de recursos.

Por otro lado, se pretende utilizar la misma construcción para aulas de refuerzo donde estudiantes de colegios e institutos puedan acudir en horarios nocturnos, cuando los pequeños regresen a sus casas. Estas clases de refuerzo estarán dotadas de profesorado, medios informáticos, acceso a internet y biblioteca.

Para la construcción de este centro, hemos adquirido ya el terreno de aproximadamente 800 metros cuadrados y ahora estamos buscando financiación para las obras.

Lo primero fue localizar y adquirir ese terreno que está en el centro de un barrio llamado Djuba. La guardería más próxima está situada a más de 9 kilómetros y actualmente los niños deben desplazarse esa distancia en una furgoneta (¡que hay que verla!) y cuyo coste pagan los padres sabiendo que la seguridad de sus hijos en ese vehiculo, no es precísamente la mejor. Por ello la necesidad real existe, incentivo de esta idea.

Ahora que el terreno ya lo tenemos, debemos esperar a poder financiar las obras.

La situación económica que nosotros mismos estamos pasando, impide realizar estos proyectos con la celeridad que sería de desear, pero no hay más. Hasta hace algunos meses, se disponía de una pequeña ayuda del Grupo Tejiendo Sueños, pero esa ayuda ya no existe.

Estas dificultades económicas derivaron en la búsqueda de fuentes de financiación de la que surgió una idea, aunque en realidad no era una idea nueva: escribir y publicar una novela basada en una historia que se desarrolla en el sureste de Mozambique.

Es una pequeña novela que comencé a escribir en 2012, junto a mi amigo Djumek (Alfredo) y que a finales de 2013 por fin ve la luz.

Esta idea nació como un reto personal, pero que ya a punto de finalizar la escritura, decidí utilizar para esa fuente de financiación que se buscaba destinando todos los beneficios que pueda generar, íntegramente a este ambicioso proyecto:

Construir una guardería con fines no lucrativos y de naturaleza social.

Si alguien está interesado en adquirir uno o varios ejemplares puede hacerlo por correo electrónico en cualquiera de las siguientes cuentas:

fasensiolopez@gmail.com

f_asensio_lopez@hotmail.com

fasensio@rcphierro.com

También se puede adquirir directamente en la editorial:

http://www.pasionporloslibros.es/nhanga-rume-un-puente-en-la-oscuridad/

El precio es de 15 euros.